miércoles, 31 de octubre de 2007

(0003) LA ADICCIÓN AL JUEGO

Cuando Una adicción empieza ya no hay marcha a tras

Todas las personas piensan cuando oyen hablar de adicciones, a mi no me va a ocurrir, yo tengo voluntad.
Pues bien quiero decirles que cada día aumentan más en nuestra sociedad estos casos.

El juego de azar forma parte de nuestra vida, los medios de comunicación nos informan acerca de los diferentes sorteos. Y si salimos a las calles están llenas de establecimientos y mensajes sutiles nos señalan la gran oportunidad.

Quienes apuestan están expuestos al riesgo de convertir el juego en una adicción. Se inicia con la búsqueda de la distracción, de salir de la monotonía, luego se juega para obtener mayores ganancias económicas y ganar de esta forma dinero fácilmente y de manera instantánea, es común el caso de las personas que juegan constantemente en su intento de recuperar lo perdido, hasta que la obsesión rompe con los limites que la persona tenía impuestos para el juego, llevándolos a modificar su forma de actuar.

La adicción al juego se inicia por lo general en la adolescencia o a cualquier otra edad pueden convertirse en jugadores compulsivos.
Es una ENFERMEDAD PROGRESIVA, donde se pasa de unas primeras apuestas a una falta de control total, y se convierte en una necesidad, es la prioridad, tanto que las relaciones sociales, el sexo, la alimentación y el trabajo pasan a un segundo plano.

FASES DE LA ADICCIÓN AL JUEGO

Fase ganando: por lo general este primer contacto con el juego suele ser agradable, experimenta un estado de animo placentero y de esto depende la pasión por volver a apostar. Suele ganar. Juega ocasionalmente. Juega más. Gran excitación con el juego. Escalofríos del riesgo. La gran jugada. Aumenta la cantidad de la apuesta. Optimismo irrazonable. Fanfarronea sobre el ganar Gran ganador. Sólo piensa en el juego

Fase de desesperación: el juego le transmite sentimientos positivos y puede alejar a las personas de cualquier sentimiento negativo, de ahí a la adicción no hay sino un paso. Aumentan las perdidas. No puede parar de jugar. Se encubren con mentiras. Pide préstamos. Cambio de carácter. Ganar o perder es lo de menos. Pierde tiempo en el trabajo. Descuida bienestar familiar. Prestamos cada vez mayores. Vida familiar desagradable. No puede pagar deudas.

Fase perdiendo: como siempre no va a ganar, cada vez se arriesga más para recuperar el dinero perdido y puede llegar a cometer delitos para mantener esta actividad. No le conceden más prestamos. Aumenta la apuesta y el tiempo dedicado al juego. Pérdida de fe y de valores humanos. Pánico. Desconexión de la familia y amigos. Sentido de culpa. Actos ilegales. Remordimiento. Autodestrucción.

Fase de trastorno de conducta: se debilita económicamente, el jugador vive solo para jugar, ya no juega por placer, sino para evitar el malestar, incrementa el nerviosismo, duerme poco y su vida resulta poco placentera. Sin esperanza. Problemas con la ley. Ideas e intentos suicidas. Problemas laborales. Divorcio o separación. Alcoholismo, drogadicción, fracaso familiar. Síntoma de abandono.

Se recomienda o se aconseja: los grupos de autoayuda, formados por personas que padecen la misma adicción, para el enfermo y su familiar.
El factor clave para la rehabilitación, es admitir que se es jugador problemático o incontrolable y que el juego de azar le ha causado problemas. Tener el deseo verdadero de querer dejar de jugar y la certeza de que nunca podrá volver a jugar. Duración suficiente porque se necesita un seguimiento prolongado, y a ser posible la colaboración del familiar para que de testimonio sobre su comportamiento.
Se puede volver a ser persona, pero es un proceso duro y difícil.

domingo, 28 de octubre de 2007

(0002) GRUPOS DE AUTOAYUDA

1º Qué es un grupo: una reunión de personas, unidas por el trastorno del juego de azar, que voluntariamente hablan de sus experiencias, sensaciones y problemas, de una forma espontánea y sincera.

2º En qué consiste: en escuchar los testimonios de compañeros y exponer el nuestro.

3º Cuál es su interés: la palabra no manipulada, auténtica y con la intención de hablar de nuestro problema. En una palabra, nuestra medicina.

4º En qué se basa: en la sinceridad de sus miembros, se buscan fines comunes, aun que el objetivo es individual.

Objetivos en los grupos:

Facilitar la exposición de los testimonios, expuestos con sinceridad, pues es la base de la rehabilitación.

Recordar que la recuperación se encuentra en nosotros mismos.

Motivar al jugador para que vuelva a ser la persona que fue antes de su adicción.


LO IMPORTANTE NO ES SABER
POR QUÉ HEMOS ADQUIRIDO
LA ADICCIÓN AL JUEGO,
SINO SABER COMO SALIR DE ELLA


NOTA: esto lo escribe una persona que lleva siete años en rehabilitación, que iba a una Asociación, y que lleva dos años en un grupo que formamos entre cinco personas todos afectados, en Colmenar Viejo, a petición del Párroco de la basílica, el 7 de septiembre de 2005.

Esta adicción es muy difícil de detectar, y existe mucho reparo en la sociedad hacia ella, pues todo el mundo piensa que es un vicio y no una enfermedad, como esta demostrado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)

Este grupo se creo sin animo de lucro y de forma altruista, con el fin de ayudar a todas las personas que padezcan adicción al juego de azar, como en su día otros hicieron con nosotros.


NUESTRAS SEÑAS SON:
JARCOVI
Jugadores de Azar en Rehabilitación
de colmenar Viejo
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C/ Colmena del Cura, 9
28770 Colmenar Viejo – Teléf.: 697 37 42 14
Horario: lunes y miércoles de 19,30 a 21,30 horas

viernes, 26 de octubre de 2007

(0001) A TENER EN CUENTA

Cuando llegamos a un grupo o asociación, somos como zombis, todo nos suena a chino, empezamos a oír testimonios y pensamos que nosotros somos mejores, que no hemos hecho las cosas que cuentan los compañeros, o que son menores. Cuando pasa un tiempo, nos damos cuenta de que somos iguales, inclusive hasta peores, que hemos hecho las mismas cosas, y descubrimos que nuestro pozo puede llegar a ser infinitamente profundo.

¿Cuándo somos capaces de hacer esta deducción?
Cuando ha pasado cierto tiempo, cuando hemos adquirido conciencia de querer dejar de jugar. Unos tardamos más, otros menos, pero no hay que desmoralizarse, sino seguir luchando, pues merece la pena.En todo proceso de rehabilitación existen recaídas; no hay que bajar nunca la guardia, que sean positivas o negativas depende de nosotros; si las tomamos como una forma de aprender, de crecer, estamos decidiendo nuestro futuro. Si pensamos que no tenemos solución, estamos decidiendo nuestro fracaso. Lo más importante, si deseamos nuestro triunfo, es no ocultar un error, una equivocación o una recaída, pues para salir de la adicción, para volver a ser personas, todo se basa en la sinceridad. Dejar de jugar no es difícil, lo difícil es mantenerse en abstinencia.


Dicen los psiquiatras y los psicólogos que no somos
culpables de haber adquirido la adicción al juego,
pero sí somos responsables de
buscar los medios para salir de ella.