sábado, 26 de abril de 2008

(0018) AUTOAYUDA

AUTOAYUDA
No conozco mejor sistema para adquirir conciencia de los problemas que crea el juego de azar, que los grupos de autoayuda, formados por personas que padecen la misma adicción y que voluntariamente hablan de sus experiencias, sensaciones y problemas, de una forma espontánea y sincera.

Mi medicina fue y sigue siendo la palabra, no manipulada, autentica y con la intención de hablar sin pudor de mi problema, esto es lo que más me ha ayudado.

Compartir mis dudas, preocupaciones, sentimientos e inquietudes con personas que conviven hace tiempo con la misma adicción, ha sido y sigue siendo mi mayor apoyo en mi rehabilitación. Esta es la causa del blog compartir.
Pues el hecho de compartir con otras personas la misma adicción proporciona conocimiento y, con ello más seguridad y confianza en uno mismo, para poder luchar ante situaciones de alto riesgo, que existen en toda conducta adictiva.
Esta es la verdadera significación de AUTOAYUDA.

Y el principal medio es la palabra, ya que ésta sirve para liberar los trastornos producidos por el juego. Luego la única medicina del ludópata

Porque hablo de esto: muy sencillo, iba a una asociación, donde en un momento determinado, tuve problemas con el presidente, dimití como secretario y después como socio de cuota, dije que seguiría yendo como usuario, pues estaba establecido así en los estatutos.
El presidente se encargo de malmeter a las personas en contra mía, se hacían juntas donde se aprobaba que a Ángel no se le diese la palabra, e incluso se me prohibió la entrada, a las salas donde se impartían las terapias.
De todo esto la mayoría de los socios no están enterados. Luego se hizo con mentiras, y en contra de los estatutos para los que se creo la asociación.
Pues su única medicina es la palabra.

He de decir que no consiguieron hacerme daño, todo lo contrario, esto que hicieron me capacito, para por mi cuenta documentarme y adquirir conocimientos sobre mi adicción, con lo cual hoy en día me encuentro fuerte y sé todo lo que tengo que hacer para mantenerme alejado de mi problema.

Pero seguramente se perjudico a las personas que se les prohibió escucharme, incluso a las mismas personas que se prestaron a esto y que se podían haber concienciado para abandonar su adicción, si se les hubiese dado la posibilidad de escuchar.

Luego como veis, él artículo de hoy guarda relación.
Conclusión: quien quiere, de todo en esta vida puede sacar beneficio.

Yo lo saque, por lo que doy las gracias a las personas que pretendieron hacer daño.

domingo, 20 de abril de 2008

(0017) PROBLEMATICA DEL JUEGO DE AZAR

PROBLEMÁTICA DEL JUGADOR DE AZAR

Debido a nuestra adicción, los problemas que creamos son muchos y variados, empezando por la mentira, esta nos hace ser desgraciados, ser una persona descontenta de sí misma.

Pues ya se dice que la persona que miente deliberadamente, es inevitable pensar que tiene un profundo descontento de sí misma o de lo que pretende representar. Esta es la causa por la que yo no me gustaba, en un momento de mi adicción.

Debido a nuestra adicción, nos hacemos dictatoriales, para evitar que se nos pregunte, de esta forma nos protegemos para que no descubran nuestro problema, debido a esto se acaba él dialogo y la comunicación en nuestro entorno, toda persona que nos diga algo que no concuerde con nuestras ideas la consideramos enemiga, esta es la causa por la que nos hacemos rencorosos y soberbios, creando un gran malestar en nuestro entorno familiar y laboral.

Esto nos lleva a ser personas miedosas sin saber definir de que tenemos miedo, aunque lo barruntemos, también nos hace personas tristes, pues no tenemos nada que nos estimule.

Todo esto cuando dejamos el juego, se va recuperando y todas las cosas vuelven a su cauce normal.

¿Cómo? :
Dejando de mentir, y para ello lo mejor es no tener nada oculto, solo con esto ya nos volvemos a sentir libres, esta libertad nos hace comunicativos y dialogantes, dejamos de ser rencorosos o soberbios, admitimos criticas o discrepancias, dejamos de sentir miedo.
(Estas actitudes son las que nos hacen ver quien esta bien y quien esta mal)

Nos hacemos honestos y respetuosos con las personas que nos rodean, y volvemos a sonreír, pues conseguimos con nuestra comunicación y reconocimiento recuperar estímulos, que nos van dando felicidad, esto nos ayuda a seguir luchando para mantenernos en abstinencia, pues vemos que merece la pena el sacrificio que hacemos, por nosotros y por nuestro entorno.

jueves, 17 de abril de 2008

(0016) Respuesta a Máximo

Respuesta a Máximo, muchas gracias por tu comentario, como digo, el juego no es algo que no pudiese evitar, una diabetes, un enfisema, una hepatitis, etc., es algo inevitable.

El juego yo lo podía haber evitado, si hubiese tenido voluntad y conocimientos, pues cuando jugaba sabia que estaba haciendo algo que no debía, luego si era capaz de razonar esto, me digo que no era un enfermo, pero cuando decía no voy a jugar más y no-tenia voluntad para hacerlo, si me digo que era un enfermo.

Mi adicción se convirtió en enfermedad por el uso y abuso, luego debido a esto y el ir a un grupo, me enseño que yo era un enfermo Patológico.
Tuve que ir a un grupo, donde escuche la palabra enfermedad y testimonios y me di cuenta donde podía llegar si no ponía los medios, y es lo que sigo haciendo desde hace siete años y siete meses, por este motivo sigo llevando normas, y no hay día que no recuerde mi adicción, hoy lo estoy haciendo escribiendo esto, y cuando diariamente pido un ticket, lo estoy recordando, como veis sigo luchando, si un diabético deja la insulina y su alimentación empeora o muere, esto mismo es lo que me ocurriría a mi si dejase las normas preventivas y me olvidase de mi adicción, tengo muy claro que no podré volver a tocar ningún juego de azar mientras viva.

Llevas razón la frase “no es enfermedad” según esta expuesta lleva a error.

Me dices que uno de tus fines, como presidente de FEJAR es unir al mayor numero de asociaciones y personas que compartimos el mismo problema. Es lo que pretendí, unirme a vosotros como persona.

Mi agradecimiento por tu comentario pues estas son las cosas que dan fuerza para seguir adelante, pues esto que hago me cuesta trabajo, no es fácil para mi expresar mis sentimientos y exponerlos por escrito, lo hago a pesar de todo con gusto y pensando que puedo ayudar a alguien, al mismo tiempo que me ayudo.

Un fuerte abrazo y muchas gracias

viernes, 4 de abril de 2008

(0015) CONCLUSIONES A MI REHABILITACIÓN

CONCLUSIONES A MI REHABILITACIÓN

En el tiempo que llevo en rehabilitación, he aprendido que el juego no es algo superior a mí, algo, contra lo que no pueda luchar, algo que me deje impotente, indefenso, algo ante lo que solo cabe claudicar.

Deje de tener problemas con el juego cuando aprendí a controlarme, cuando no me deje dominar por las circunstancias...
(No cuando escape de él) (“Escapar no arregla nada”)

Cuando oigo las expresiones, “Es superior a mis fuerzas”, “No puedo evitarlo”, “Para mí es imposible no jugar”, “Soy un enfermo y nunca podré dejar de jugar”... Estas frases afectan nuestra voluntad, están haciéndonos sentir débiles, incapaces.

Doy gracias a los testimonios que oí y sigo oyendo, y los conocimientos que ido adquiriendo con documentación en estos años.
Esto me ha dado fuerzas para saber como puedo luchar, pues todo se basa en eso en luchar.

Hoy soy capaz de decir... El juego no es una enfermedad, pienso que una enfermedad es algo inevitable ajeno a mi control. Actualmente me siento capaz de controlar mi adicción o mi problema de juego; sé lo que necesito, sé lo que me ayuda.

Se puede aprender a no necesitar el juego, a no depender de él. Existen para mí dos métodos muy eficaces, la familia, primero y un grupo de autoayuda segundo.
Estos dos métodos son eficaces, siempre y cuando el jugador tenga conciencia de querer dejar de jugar, que es lo que yo quería.
Pero lo más importante fue adquirir conocimientos, sobre mi adicción, es la forma más sencilla de seguir luchando contra ella.

Habrá personas que cuando oigan o lean esto, pensaran ¿Por qué a mí me cuesta tanto trabajo, si parece tan fácil? Os puedo asegurar que cuesta, pero merece la pena.

Una psicóloga dice:
El juego no es un monstruo invencible; es un poderoso enemigo, del que cada vez se conocen más puntos débiles por donde combatirle.