sábado, 14 de febrero de 2009

(0040) DEJÉ DE LAMENTARME Y LEVANTÉ LA CABEZA

Cuando me conciencie de lo que era y lo que quería, deje de lamentarme por mi problema, levante la cabeza y empecé a pensar que es lo que quería hacer con mi futuro.
Es lógico que sé este muy decaído, pues me di cuenta de lo que había hecho y a donde podía haber llegado. Y no quise dejar pasar mas tiempo sin poner los medios, pues la melancolía y el pesar se podían convertir en depresión, y luego seria más difícil salir.
Empecé a hablar con mis allegados más próximos de mi problema de lo mal que me sentía de lo que había hecho y trate de sacar provecho de mi problema, analizando los “pros” y los “contras”, empecé a comunicarme, cambie algunos hábitos, leí y sigo leyendo todo lo que caía y cae en mis manos sobre mi problema para aprender y documentarme. Con esto fui llenando el vacío que produce dejar algo. Perdí la vergüenza y el pudor que pudiese tener sobre mi adicción.
Pues pensé que si yo no me movía, nada iba a cambiar a mí alrededor, los demás me apoyarían si me veían ilusionado y con ganas de curarme.
Pues yo era el único que podía controlar mi problema y mi vida.

Escribí esto hace ya unos cinco años, y lo traslado al blog hoy, pensando en un compañero que ha vuelto a jugar casi después de tres años, según dice.
Mi deseo es que le saque beneficio.