jueves, 12 de marzo de 2009

(0041) EN TODA REHABILITACIÓN

En toda rehabilitación existen situaciones de alto riesgo, que están presentes en cualquier conducta adictiva.
Por lo tanto yo no tengo el pleno convencimiento de que no se va a reproducir mi problema, y para estas situaciones existe algo que se llama prever, que es lo que yo hago y no hay nada más eficaz que las normas preventivas, para mí la más eficaz es no llevar dinero y justificar mis actitudes relacionadas con el juego.
Mis propios errores y los de los demás me han enseñado estas cosas y porque ocurren.

En más de un 98% las recaídas se producen en personas que no quieren justificar, y que siguen entrando en los lugares donde ejercían su problema.
Cuando justifico donde estoy, que hago, pido ticket, voy sin dinero, etc. ... estoy empleando medidas preventivas que me ayudan a no olvidar mi adicción, en una palabra a no confiarme.
Esto me ocurrió a los tres meses aproximadamente, pensaba que estaba haciendo las cosas correctas, no pedía tikes, y seguía entrando donde no debía, luego me había confiado, algo que actualmente y con ocho años y cuatro meses en rehabilitación sigo cumpliendo a rajatabla.

Gracias a estas normas, me considero una persona con la cabeza sobre los hombros, responsable de todos mis actos, y no soy ningún parásito por llevar normas, que me ayudan a no olvidar lo que hice. Pues dentro de los grupos de autoayuda, hay personas que piensan que son parásitos los que llevan normas.
Que ignorancia tan grande, pues el mundo, la vida en si, se rige por normas. Lamento haberlas olvidado en un momento de mi vida, lamento haber tenido engañados a personas que me querían.

Dicen los sicólogos que no hay método más eficaz para no jugar, que no tener dinero para ello.
Que el dinero suelto, sin justificar, en el bolsillo de un ludópata, es como una botella de vino en poder de un alcohólico, o un porro en poder de un drogadicto. Una tentación constante.