Este poema lo escribí en el año 2002, cuando aún podía entrar en el grupo de autoayuda donde empecé a dar mis primeros pasos para curarme de este problema. Teníamos una cena y se me ocurrió escribirlo con el propósito de pasar un buen rato y de que estas palabras sirviesen de ayuda a otras personas.
LA TERAPIA
Buenas tardes, ¿cómo estáis?
Nos saludamos muy correctos y educados.
Bueno, hoy voy a llevar yo la terapia.
¿Alguien que tenga necesidad de hablar?
Silencio. Qué bien, todos estamos estupendos.
*
Se escucha, se empieza abrir la gente.
Se empiezan a ver manos levantadas.
Y empieza la participación.
*
¿Por qué entras en el bar?
Si sabes que no debes.
¿Por qué llevas dinero?
Si sabes que no puedes.
*
¿Por qué mientes?
¿Por qué no te comunicas?
¿Por qué no te abres?
¿Por qué no escuchas?
¿Por qué vienes a calentar la silla,
si no tienes intención de dejar de jugar?
*
Tú eres un chulo.
*
Tienes que cambiar hábitos.
Tienes que ser más humilde.
Tienes que ser más honesto.
Tienes que ser más bondadoso.
Tienes que ser más generoso.
*
Bueno, vamos a terminar.
¿Alguien que tenga necesidad de hablar?
Que no se vaya mal.
*
Bueno, hasta el viernes.
Nos despedimos, correctos y amables,
después de habernos llamado de todo.
*
Pues al final somos una gran familia,
y que, quieras que no,
nos tomamos afecto y cariño.
LA TERAPIA
Buenas tardes, ¿cómo estáis?
Nos saludamos muy correctos y educados.
Bueno, hoy voy a llevar yo la terapia.
¿Alguien que tenga necesidad de hablar?
Silencio. Qué bien, todos estamos estupendos.
*
Se escucha, se empieza abrir la gente.
Se empiezan a ver manos levantadas.
Y empieza la participación.
*
¿Por qué entras en el bar?
Si sabes que no debes.
¿Por qué llevas dinero?
Si sabes que no puedes.
*
¿Por qué mientes?
¿Por qué no te comunicas?
¿Por qué no te abres?
¿Por qué no escuchas?
¿Por qué vienes a calentar la silla,
si no tienes intención de dejar de jugar?
*
Tú eres un chulo.
*
Tienes que cambiar hábitos.
Tienes que ser más humilde.
Tienes que ser más honesto.
Tienes que ser más bondadoso.
Tienes que ser más generoso.
*
Bueno, vamos a terminar.
¿Alguien que tenga necesidad de hablar?
Que no se vaya mal.
*
Bueno, hasta el viernes.
Nos despedimos, correctos y amables,
después de habernos llamado de todo.
*
Pues al final somos una gran familia,
y que, quieras que no,
nos tomamos afecto y cariño.
2 comentarios:
Cierto es que las terapias se convierten en una gran familia, se convierten en el lugar perfecto donde enfrascados en el secreto de lo que allí se habla, sacamos fuera lo que llevamos dentro, lo que quizás no nos atrevemos a decir a otras personas.
Cuando llegamos el primer día a la terapia,nos encontramos rodeado de una serie de personas a las que no conocemos de nada, que son para nosotros totalmente extrañas, pero que con el paso del tiempo, y no mucho tiempo, se convierten en confidentes, se convierten en amigos, pero amigos de los de verdad, no de esos que teníamos antes, cuando jugábamos que se acercaban a nosotros solo cuando ganábamos.
La participación en las terapias es muy eficaz para nuestro propio desarrollo, para poder seguir avanzando en nuestra nueva vida, pues de nada vale el estar siempre callado, el estar siempre escuchando y no participar en la misma de una manera activa, de echo se dice que una terapia se basa en la participación de todos los miembros, pues no vale de nada que uno solo sea el que hable y los demás escuchen, porque en ese momento se convierte la terapia en una conferencia, y no se trata de eso.
Como bien dices, nos podemos poner, como se suele decir, como los trapos, pero sabemos en todo momento que lo hacemos desde el punto de vista de ayudar, de quizás buscar la reacción de un compañero ante un problema, ante un caída, pero el amigo siempre sabrá, en todo momento que lo haces de corazón, que tu intención siempre es la de ayudar, porque cuando ayudas sabes que a la vez y de forma reciproca recibes tu también ayuda.
Sigamos fomentando la participación en las terapias, sigamos avanzando en la unión de las personas que seguimos luchando en esta enfermedad.
Un abrazo.
Al habla Alejandro.
La terapia, base fundamental de una rehabilitación.
Me sirvió para darme cuenta de que mi problema no era con las tragaperras, no era un vicioso de las máquinas, sino un ludópata.
A partir de que asumí que era un adicto al juego me sirve para no olvidar lo que soy y honestamente me va muy bien.
Nos vemos esta tarde en Colmenar.
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