Me puse a pensar por qué ocultaba mi vida:
Y la conclusión es que nos da miedo a lo que digan los demás, nos dan miedo las críticas y todo lo que puedan pensar de nosotros, creo que esto es lo que nos sucede a la mayoría, tal vez quisiéramos expresar muchas cosas pero preferimos no hacerlo para evitar esas críticas que al final pueden hacernos algún daño.
Pero eso está mal, cuando intentamos decir algo o expresar lo que sentimos debemos hacerlo sin importar lo que piensen de nosotros porque si vivimos de lo que los demás digan o piensen nunca llegaremos a ser felices con nuestras vidas.
Escribo esto después de años en rehabilitación a mi ludopatía, desde luego cuando estaba metido en ella era incapaz de razonar con sentido común.
Así que hoy les pregunto ¿por qué ocultamos? Y la respuesta es por miedo a nosotros mismos, pues si nosotros aceptáramos lo que somos y lo que sentimos, les aseguro que no nos ocultaríamos, podríamos salir siempre día a día con la frente bien alta diciendo: soy sincero conmigo, no me oculto y no huyo de mis problemas ni de mis sentimientos, soy la persona que quiero ser y si los demás no pueden vivir con esto, que no lo hagan, allá ellos pero así soy y así seré.
Si me hubiese gustado: ¿hubiese sido un caramelo, hubiese sido lo que más quería, hubiese tenido necesidad de ocultarlo, hubiese tenido necesidad de mentir, necesidad de robar? en mi caso a mi familia. Os puedo garantizar que no, por eso sigo luchando, para que no se repita y ya llevo casi 19 años y tres meses, y mientras este en este mundo seguiré luchando. Pues me siento seguro de lo que quiero y la libertad que me da el no tener nada oculto.
¿Creen que lo que digo es cierto o simplemente estoy
escribiendo por escribir? para mí esto es lo que me motiva a escribir sin que
me importe el resto del mundo, simplemente pensare y escribiré lo que yo siento
y les invito a que reflexionen y piensen en lo que les da miedo escribir y que
lo hagan, verán que es un gran alivio y una gran satisfacción hacerlo.
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EN QUE SE BASA MI REHABILITACIÓN
En no olvidar mis indignidades ni
un solo día, después de casi 19 años en abstinencia.
Seguir llevando las normas
preventivas y no olvidar los grupos de auto-ayuda