viernes, 6 de junio de 2008

(021) ¿POR QUÉ NEGAMOS LA MEDICINA?

El ser humano hace el mal, primero, por instinto de supervivencia y eso, si no justifica, al menos explica muchas actuaciones reprobables. Ahí se encuadrarían, por ejemplo, el egoísmo, la envidia, la mentira, la insidia, el robo en todas su facetas, etc.
Hasta aquí la teoría es fácil de entender, e incluso todos podemos vernos reflejados en ella si tenemos un mínimo de sentido autocrítico.

¿POR QUÉ EN UN GRUPO DE AUTOAYUDA NOS PRESTAMOS HA NEGAR LA MEDICINA AL ENFERMO?

Muy sencillo porque tenemos miedo a que nos hagan a nosotros lo mismo, por eso decimos, para que complicarme la vida, que cada uno resuelva su problema, sin darnos cuenta que no protestar, es dar lugar a que maña la injusticia se vuelva contra nosotros o contra nuestros seres mas queridos. Aquí es donde se encuadra el egoísmo la envidia la mentira, el miedo, etc.
Escribí esto cuando llevaba dos años y algunos meses en rehabilitación, sé expulso a un compañero, con malas artes, sólo yo como adicto proteste, también mi mujer como afectada por mí causa y el marido de otra adicta. Aquel día sentí vergüenza, en aquel local estábamos cerca de sesenta personas.

A mi modo de ver también habría que poner atención al fenómeno del tedio. En esta sociedad nuestra, caprichosa y algo infantil, todo el mundo tiene horror al aburrimiento e intenta llenar su vida con todo tipo de cosas absurdas.
Nos podemos pasar días enteros en Internet o que nos dé por emborracharnos. Es como si todos nos hubiéramos convertido en adictos a algo, necesitáramos experimentar cosas cada vez más enrevesadas para neutralizar al temible monstruo del tedio.

Las personas que luchan por sobrevivir en una guerra o cruzando el mar en patera pueden tener muchos problemas, pero desde luego no el del aburrimiento, no el de ninguna adicción.

Todo en este mundo tiene un precio y ése es el que pagamos nosotros, ciudadanos del Primer Mundo, que tanto tenemos y que tan poco valoramos. Porque otra de las cosas que hemos dejado los adictos por el camino es el deseo, el anhelo, el afán de superación, y solo cuando reconocemos nuestro problema y empezamos a llevar normas a ser disciplinados, en una palabra a ser conscientes de los problemas, se empieza a recuperar el anhelo el deseo, en fin a ser personas

Y para ello hay que estar con la cabeza continuamente ocupada llenando él vació que hemos creado al abandonar una adicción.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos Días, al habla Alejandro.
He estado leyendo las últimas entradas del blog y yo solo puedo decir que me sigue viniendo muy bien asistir a las terapias que acudo (Colmenar, Alcobendas)porque me recuerdan que soy un adicto al juego y no tengo que jugar.
Sobre el tema de las contradiciones, que puedo decir, las personas cambiamos de opinión continuamente, me ocurre a mí.
Recuerdo que he estado bastante tiempo que no me gustaba el juego, luego que no sabía si me gustaba o no, porque me lo quitaron y posteriormente que si que me gusta.
Es curioso que todos estos cambios me han ocurrido cuando estaba en las terapias porque es cuando pienso en el juego. Lo que tengo claro es que si quiero que mi vida siga como hasta ahora, no tengo que jugar, porque con el juego lo único que conseguí fue mi ruina (personal y económica).
Que una persona deje de jugar no significa que vuelva a ser buena persona.
Buena Semana y nos vemos el lunes.

Ángel dijo...

Respuesta a Alejandro:
Buenas tardes, para mí es una gran satisfacción el que alguien haga un comenta-rio el que sea, yo siempre aprendo algo, y en cima me da pie para poder exponer mis pensamientos o mis opiniones, tu respuesta a ¿por qué negamos la medici-na? Dices que a ti te viene muy bien asistir a las terapias de (Colmenar y Alco-bendas) a ti no te han hecho juntas para negarte la palabra, lo cual es negar la medicina al enfermo, ni te han cerrado las puertas, es normal a mí también, me venia muy bien, pero tuve el valor de oponerme a situaciones de injusticias, y tu sabes lo que ocurrió. Llevas razón, es lo que mejor viene a un adicto, asistir a los grupos. Y en esto se basa el articulo ¿Por qué negamos la medicina?.
En cuanto a las contradicciones, como puedo saber yo que me sigue gustando el juego, después de siete años y ocho meses en abstinencia, (Ya sabes como pien-so) he oído a algunos familiares decir al enfermo, ¿cómo lo sabes? Creo que ha de doler bastante al familiar oírlo decir, cuando con nuestro problema hemos causado tanto daño, incluso a nosotros mismos, como bien dices tu, que lo único que conseguiste con el juego fue tu ruina (personal y económica)
Que una persona deje de jugar no significa que vuelva a ser buena persona, des-de luego que no, por eso yo digo que se vuelve a ser la persona que uno era an-tes de su adicción. Si yo era un hijo de puta antes de mi adicción lo voy a seguir siendo, pero si era una persona normal, dentro de la anormalidad de padecer una a dicción, si considero que algo mejor soy, pues me preocupo de mis semejantes y lucho por no hacer mal a nadie, desde luego a nadie le negaría su medicina, por muy mal que me cállese esa persona, y desde luego protestaría, como ya lo hice en su momento.

Anónimo dijo...

Hola soy Félix los dos comentarios de negar la medicina y contradicciones yo he sido el mayor mentiroso que ha pasado por una asociación con lo cual he aprendido que las contradicciones son mentiras. La rehabilitación solo tiene un camino la verdad, y solo tenemos una versión de nuestro testimonio que siempre deberá ser el mismo más lo que vaya ocurriendo el día a día pero siempre con la verdad por delante. Espero que mi testimonio sirva de medicina para otros adictos y nunca negaría la palabra a nadie.
Un abrazo, nos vemos el lunes como dice mi compañero Alejandro.

todopsicologia dijo...

¿Es que existe algún ser humano que no sea profundamente egoista?
¿Es que sería posible la supervivencia de la raza humana si no fueramos profunda y absolutamente egoistas?
¿me puedes decir de una sola persona en la historia de la humanidad que no actuara en base únicamente a sus propios y únicos interéses legítimos?
Son preguntas trampa. Es biológica, psicológica, físicamente IMPOSIBLE.
Un saludo.